Para cada host se identifica una configuración de destino (después de la migración) y se realiza un análisis de deficiencias para identificar los componentes específicos que no se admiten. El análisis de host debe revisarse inmediatamente al finalizar. Las actualizaciones necesarias pueden romper la compatibilidad con las aplicaciones que se ejecutan en cada host.

Normalmente, los cambios del host necesarios no se realizan hasta el evento de migración real. Esto se debe a la necesidad común de programar ventanas de mantenimiento, pero con frecuencia es menos arriesgado realizar cambios con antelación en el host, como parches del sistema y actualizaciones del adaptador de bus de host (HBA). Además, las actualizaciones del sistema se realizan con frecuencia junto con las actualizaciones de aplicaciones que utilizan los mismos eventos de mantenimiento. Normalmente, cualquier cambio realizado en la configuración de I/o multivía (MPIO) antes de la migración afectará también a la compatibilidad del almacenamiento actual. Por ejemplo, la configuración de almacenamiento actual puede no admitir la eliminación de PowerPath de un host y volver a configurarlo para utilizar MPIO nativo y ALUA (nativo) en Linux.

Aplazar la reconfiguración de MPIO hasta la migración simplifica el proceso de reversión, si es necesario.

Las tareas de la fase de planificación se enumeran en la siguiente tabla.

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